
Tener las ideas claras acerca del producto que se pretende ofrecer a los consumidores es ya un gran paso para el emprendedor, pero inmediatamente después surge otra duda: ¿cómo va a venderse?. Es por ello que se requiere elegir sabiamente el canal de venta que se utilizará para hacerlo llegar a los clientes. La irrupción de Internet ha ampliado el abanico de posibilidades, por lo que conviene estar enterado de todas las opciones que el empresario tiene a su disposición.