Cada vez es más frecuente que las empresas descentralicen parte de su actividad productiva, encargando la realización de la misma a otra empresa. Esto es lo que se conoce como contrata. Por su parte, la subcontratación de obras y servicios se produce cuando la contrata, a su vez, concierta con otra empresa para que ésta se encargue de realizar la obra o servicio encomendado por la empresa principal.

Se trata de una relación bastante compleja cuyos principales efectos podemos resumir de la siguiente manera.

El artículo 37.2 de la Constitución Española establece que “se reconoce el derecho de los trabajadores y empresarios a adoptar medias de conflicto colectivo. La ley que regule el ejercicio de este derecho, sin perjuicio de las limitaciones que pueda establecer, incluirá las garantías precisas para asegurar el funcionamiento de los servicios esenciales de la comunidad”.

El conflicto colectivo es aquel que surge entre un grupo de trabajadores y el empresario, por discrepancias que afectan a los intereses de los primeros como colectivo. Frente a este problema, existen dos tipos básicos de medidas de conflicto colectivo, en el caso de los trabajadores, la huelga y en el caso de los empresarios, el cierre patronal.

La negociación colectiva es el proceso a través del cual los trabajadores y los empresarios, o los representantes de ambos, establecen las condiciones de trabajo aplicables a la totalidad de los trabajadores de un ámbito concreto, ya sea de una empresa, de un sector, de varias ramas de actividad o de una determinada profesión o categoría profesional

El resultado de la negociación colectiva es el convenio colectivo.

Las Empresas de Trabajo Temporal, en adelante ETT, son empresas cuya labor consiste en contratar trabajadores para ceder los mismos a una tercera empresa que necesite de los servicios de esos trabajadores, los cuales efectuarán su labor bajo el ámbito de organización y dirección  de la empresa usuaria

Las ETT son legales en España desde el año 1994, pero sólo pueden celebrar con las empresas usuarias contratos destinados a cubrir necesidades temporales de mano de obra. Esto es, contrato de obra o servicio determinado, contrato eventual por circunstancias del mercado o acumulación de tareas, para sustitución de trabajadores con derecho a reserva de su puesto de trabajo o para cubrir un puesto de trabajo vacante hasta que se elija a quien debe ocuparlo definitivamente.

En la legislación española se regulan una gran cantidad de contratos laborales que pueden agruparse en dos grandes categorías en atención a su duración, así podemos hablar de contratos indefinidos y contratos temporales.

Independientemente del tipo de contrato de que se trate, éste genera para el empresario la obligación de pagar mensualmente unas determinadas cantidades de dinero, al trabajador por un lado, en contraprestación a los servicios que éste le ha prestado, y a la Seguridad Social por otro.